Es este ya que me encuentro trabajando por amor al arte en mi profesión, no me pagan ni uno y hasta tengo una tarjeta que marcar todos los días. Creo que los únicos días que he tenido sin preocuparme de algo fue en la navidad y a ratos el peso se siente, sobre todo pensando en que quiero hacer las cosas bien y que a pesar de ya estar fuera de la mole de hormigón todavía tengo problemas que me esperan al terminar el trabajo que tengo ahora, ojalá todo salga bien porque ya estoy mas que aburrida de que siempre mis problemas tengan el mismo nombre (U).
Por lo menos se que cuando salgo del trabajo puedo salir a pasear un rato para despejarme y no se nota tanto el cansancio.
Maldita U y sus cahuines que nunca me dejan tranquila.
El año en que no existieron las vacaciones
